El precursor del Blackjack es un juego de origen desconocido denominado “La Veintiuna” del que tenemos la primera referencia escrita en la obra de Miguel de Cervantes “Rinconete y Cortadillo”.

En dicha novela, se presenta a dos maleantes que se ganan la vida jugando a la veintiuna. El texto describe también que el objetivo del juego es sumar 21 puntos sin pasarse y que el as vale uno u once puntos, al igual que en el blackjack. No obstante, existen muchas variedades de Blackjack, como el blackjack multihand o el blackjack surrender.

El nombre de “Blackjack” data del siglo XX y se puso en los EE. UU. Tras la Revolución Francesa, los inmigrantes trasladaron el juego a América pero no tuvo mucha aceptación hasta que los casinos añadieron un bonus, el cual se pagaba 10 a 1, si se conseguía el 21 con un As de picas y una jota negra . Como esta última se llamaba “Black Jack” se le llamó así al juego.

El blackjack no es un juego exclusivamente de azar y en los Estados Unidos ha sido muy estudiado, siendo el pionero Edward O. Thorp. Este matemático simuló en un ordenador millones de manos jugadas, llegando a la conclusión de que cada mano tiene una forma única de jugarse correctamente y al conjunto de estas normas se le llama estrategia básica. Thorp también llegó a la conclusión de que las cartas altas favorecen al jugador, ya que son la base para conseguir una buena jugada al doblar o para hacer un blackjack, mientras que las cartas pequeñas favorecen al crupier, porque le permiten hacer buenas manos comprometidas.